Hoteles.

Máxima prioridad a la experiencia del cliente, con el objetivo de crear entornos que el huésped pueda llegar a “amar”, con sonidos que realmente no solo llegue a percibir como agradables, sino con los que se sienta identificado. Por ello, tenemos en cuenta la personalización de espacios: las distintas zonas de un hotel requieren su propia experiencia musical en función del momento, el lugar y la hora del día.